Texto ALFONSO D. MARTÍN
Fotografía ARACELI MARTÍN CHICANO
Si en España tenemos las tapas cuando salimos a tomar algo, en Corea tienen el pollo frito, conocido también como Dakgangjeong. Lo característico de esta receta es que se realiza doble fritura y se acompaña con una salsa dulce y picante que impregna al pollo. Tradicionalmente la receta contiene gluten, dado que se realiza con una mezcla de harina de trigo y harina de patata, pero podemos sustituir sin problema la harina de trigo por harina de arroz.
Este plato se acompaña siempre de chicken-mu, un plato de nabo encurtido que se sirve muy frío y es muy fácil de realizar. Tenéis la receta en mi Instagram.
- Dificultad: aguantar el olor a fritura.
- Tiempo: 30min de marinado + ~20min de cocinado
Ingredientes
- ~700g alitas de pollo
- 4 cucharadas de harina de arroz
- 3 cucharadas de harina de patata o maicena
- Media cucharadita de bicarbonato
- Curry en polvo y pimentón picante
- Pimienta negra
- Cacahuetes
- 3 dientes de ajo
- Cebolleta verde
- Una cucharadita de jengibre rallado
- Una cucharada de mirin
- 2 chiles (en mi caso utilizo chiles thai)
- 3 cucharadas de soja sin gluten (tamari)
- Una cucharada de vinagre de arroz
- Una cucharada de miel
- Una cucharadita de azúcar
- Sésamo tostado
- Aceite de sésamo
- Opción A: dos cucharadas de base de kimchi (opcional porque no es común tener en el frigorífico, pero aporta un sabor potente)
- Opción B: si no tenemos la base de kimchi, una cucharada de gochugaru (polvo coreano de chile picante) y una cucharada de mostaza (de la de verdad, por favor) también dan un sabor diferente y potente.
Preparación
- Marinar durante 30 minutos las alitas de pollo en una cucharada de mirin, un diente de ajo rallado y una cucharadita de jengibre fresco rallado.
- En un plato plano y grande mezclamos 4 cucharadas de harina de arroz, 3 de patata (maicena si no tenemos), media cucharadita de bicarbonato, una de curry en polvo, una de pimentón picante y una pizca de pimienta negra molida.
- Picamos los dos dientes de ajo y la cebolleta verde y ponemos en un bol. En ese mismo bol añadiremos 3 cucharadas de salsa de soja sin gluten (tamari), una de vinagre de arroz, una de miel, una cucharadita de azúcar y otra de aceite de sésamo. Si tenemos kimchi, añadiremos dos cucharadas de la base del kimchi (el jugo). Si queremos acentuar el picante, podemos añadir también gochugaru (al gusto) y/o mostaza. Mezclamos y reservamos.
- Ponemos el aceite (de girasol) al fuego. Un truco para saber cuándo está listo para la fritura es sumergir un palillo de madera en el aceite. Si burbujea es que estará a la temperatura adecuada (180º-190º).
- Secamos con papel de cocina el pollo y lo enharinamos, sacudiéndolo bien para evitar grumos. Vamos añadiendo piezas de una en una. Posiblemente tengamos que hacer dos tandas (si se tiene una freidora no hará falta).
- Freímos durante 7-8 minutos y retiramos el pollo (colocar sobre papel de cocina). Con un colador podemos retirar los restos de harina que ha ido soltando el pollo en el aceite y que pueden amargar el sabor. Mantenemos el fuego.
- Tras unos 5 minutos, volvemos a añadir el pollo (esta vez podemos hacerlo todo de una vez). El pollo ya estará cocinado, así que lo único que buscamos es hacer la cobertura más crujiente. No lo dejaremos más de 5 minutos en esta segunda fritura. Pasado el tiempo retiramos y volvemos a poner sobre papel de cocina para escurrir el aceite sobrante.
- En una sartén con el fuego medio añadimos un puñado de cacahuetes. Cuando empiecen a tostarse, añadimos la salsa que hicimos previamente y dos chiles enteros. Removemos hasta que espese.
- Añadimos el pollo frito y removemos para que se impregnen todas las piezas con la salsa. Echamos semillas de sésamo tostado y servimos.