+Texto ANDRÉS COLLADO +
Me fascinan las historias de verdad. Las que están escritas con y desde el corazón. Esas que te cuentan vivencias en las que te sientes tan identificado que te sonríes e incluso te lamentas. Historias que siempre han estado ahí pero, que al igual que aquello que no se dice, hasta que no las ves escritas no parecen totalmente ciertas.
No sé si es porque Juan Arcones y yo vivimos un tiempo y un espacio comunes o simplemente porque es un genial narrador pero, Dextrocardiaco es sin duda la novela de una generación que hemos aprendido a hacernos a nosotros y que al mismo tiempo hemos disfrutado mucho de lo que la juventud nos ofrecía.
Madrid se abre a todo aquel que se deje querer y Marc, el protagonista, a pesar de sus altibajos, sabe aprovecharse bien de todo lo que la ciudad le ofrece. Aun así le falta algo y ese algo se lo da Lucas, personaje crucial de esta historia y en cierto modo el de muchas de las historias de muchos de nosotros. Ese ser que te absorbe, te absorta, te obnubila, te anula pero te llena, te enamora, te destroza pero te da la vida. Alguien que no querrías encontrarte nunca pero que sin embargo anhelas. Todo eso te pasa por la cabeza al seguir los pasos de Marc, al sentir lo que siente, al escuchar las canciones que escucha, al ver las películas que ve, al besar, al follar, al reír, al llorar e incluso al drogarse con o sin Lucas, pero te pasa.
No es otra novela gay, es una historia de dos personas, quizá de más, pero sobre todo de dos que se necesitan y se buscan aunque se huyan. No destripo nada pero ellos son tú, ellos son personas que conocemos, que ya no sabemos de ellas pero que estuvieron en algún momento de nuestra vida.
Es necesaria por no decir imprescindible. Es una historia que te abre y te cierra heridas. Te lleva a 2005, y sabéis que es lo que eso significa. Te acerca a gente que está lejos y te recuerda abrazos, besos, caricias, fiestas, amistad, risa pero sobre todo te hace empatizar con los personajes y con lo que viven porque también lo hemos vivido.
Es el libro que deberían leer mis amigos y mis amigas porque nos retrata. Me vienen a la mente muchos y muchas de ellos y ellas pero sobre todo algunos y algunas que al igual que yo pensaran: “¿por qué nadie había contado todo esto antes?”
Gracias Juan Arcones por esta historia, por compartirla, por escribir tan bien, tan bonito, tan sincero. Gracias a Stonewall por publicarla y gracias a Marc y a Lucas por regalarme la llave de alguna que otra puerta que no estaba bien cerrada. Deberíais dejaros enganchar por ellos, quizá también os abran u os cierren alguna de esas puertas a vosotros también, pero sobre todo os harán disfrutar.
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