+Texto NIEVES MUÑOZ+
Instinto vital y capacidad de adaptación. Pequeños hálitos de aire puro para los pulmones en el seno de una época en la que la polución sobrepasa los límites éticos para el bienestar humano. Y ante ello, promesas como el prolífico diseñador Chiu Chih, que se ha aventurado a crear un kit de supervivencia compuesto de una minimalista mochila de cristal transparente, una pequeña planta natural y una mascarilla con la que obtener aire puro a través de unos conductos de plástico. La intención: poder experimentar con verdadera calidad nuestra existencia en un universo contaminado, que se haya en un continuo devenir de cambios mundanales y artificiales.
El proyecto, bautizado por su propio creador como “el viaje del planeta”, propone una actitud sana, creativa y positiva respecto a la concienciación estado del globo terráqueo, con la intención de promover un cambio sostenible frente a la vulnerabilidad de las cosas materiales, que desaparecen, mutan y reciclan con el paso del tiempo. Una original iniciativa que se ha hecho eco en numerosos medios online, amenazando con crear una novedosa y alternativa filosofía de vida contemporánea.
Energías que expiran y emergen incesantemente se convierten así en la razón primigenia con la que Chih intenta promulgar un mensaje de esperanza, amparado en una forma de vida pura alejada de la inmundicia de lo engendrado por manos de lo terrenal y perecedero.
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