+ Texto NACHO MARTÍNEZ-USEROS +
Bienaventurados los marginados, porque de ellos es el reino del cine del siglo XXI.
Hoy se estrena en las salas de Estados Unidos otro vistazo a la adolescencia, esta vez de la mano de Stephen Chbosky y la adaptación cinematográfica de su libro The Perks of Being a Wallflower (1999) [título no muy bien traducido como Las ventajas de ser un marginado que este octubre publica Alfaguara].
Ya por los ochenta, John Hughes popularizó los institutos americanos y el sistema de castas en que viven. EL CLUB DE LOS CINCO dio su minuto de fama al pardillo más entrañable que nos hizo llorar al final de la película. A lo largo del cine de los noventa, el número de losers que conseguía a la chica popular fue retratado demasiadas veces, mientras las freaks que jamás pensaron en inscribirse en el equipo de animadoras iban recibiendo más miradas hasta que en 1999 ganaron protagonismo con 10 razones para odiarte y Alguien como tú. Justo el mismo año, se estrenó la primera American Pie, saga con la que crecerían varias generaciones de resacas. Este tipo de cine llegó a cansar tanto que recibió su merecido en NO ES OTRA ESTÚPIDA PELÍCULA AMERICANA. Menos mal que la gran aparición en la pantalla del adorable Michael Cera, un pardillo con verdadera cara de pardillo, dió lugar a un nuevo tipo de gloriosos freaks como el de Evan de Supersalidos o Paulie Bleeke de Juno.
Los mismos productores de esta última han desarrollado desde el libro de Chbosky una nueva cinta de mismos tonos pastel, y mismos hilos argumentales, que vuelve a despertar al introvertido que todos llevamos dentro. En esta adaptación de su propio libro, Stephen Chbosky nos presenta a Charlie LOGAN LERMAN contándole su vida a máquina a un imaginario “pen friend”. Estamos en 1991 y aparte de usar Clearasil y llevar una mochila de 10 kilos, Charlie, tras la muerte de su tía y el suicidio de su mejor y único amigo, comienza el curso en un nuevo colegio. Su libro favorito es Matar a un ruiseñor, su peli The Rocky Horror Pictures Show y su canción Asleep de The Smith, pero irá descubriendo al son de XTC, Galaxie 500, David Bowie, y Sonic Youth, fiestas, sexo y drogas. Sus nuevos amigos son Patrick, interpretado por Ezra Miller en el papel de “loca”, y Sam, el amor platónico de Charlie en las carnes de Emma Watson. La niña de Harry Potter nos recuerda aquí a una Julie Christie de Fahrenheit 451, pero no a la Julie petarda de melenaza que solo ve la tele, sino a la buena, la de pelo corto y a la que le gusta leer.
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