+ Texto TJÖRNINA GVAL KVGH
Hace un par de meses, estaba yo buscando alguna imagen de un perro con una tarta de cumpleaños que no hubiera utilizado ya para felicitar a alguien (es mi forma favorita de felicitar vía facebook), y entonces fue cuando se me ocurrió que tenía que hablar de perros. O bueno, mejor dicho, de personas que hayan convertido al perro en arte.
Uno de mis favoritos del universo canino es William Wegman. William Wegman debe su fama a Man Ray. Y no al fotógrafo, que bueno, alomejor también. Así es como se llama el perro que acompañó a Wegman durante más de una década convirtiéndose en figura central de sus fotografías y videos durante los años 70. Lo que hace parece una tontería, pero la verdad es que es un personaje bastante prolífico y reconocido y que ha expuesto en unas cuantas galerías de cierto renombre.
En 1981 tristemente, murió Man Ray y en 1986 Wegman se hizo con un nuevo perro al que bautizó como Fay Ray y con el que inició una nueva colaboración. Poco a poco la familia perruna fue creciendo. Fay Ray tuvo a Battina, Crooky y Chundo. Battina tuvo a Chip, Chip tuvo a Bobbin (Los nombres me gustan bastante todos) Y Candy (una perra nueva que no sé de dónde saldría) y Bobbin tuvieron a Penny. Y todos ellos vivieron en armonía y fueron protagonistas de sus videocreaciones.
Además de los videos, Wegman publicó una serie de libros para niños a partir de las grandes actuaciones de sus perros. También publicó libros para adultos como Man’s Best Friend, Fashion Photographs y William Wegman 20 x 24, trabajó realizando videos para Saturday Night Live y Nikelodeon, además de mini episodios para Barrio Sésamo, entre los que encontramos sus mejores títulos (al menos mis favoritos): Alphabet Soup, Fay’s Twelve Days of Christmas and Mother Goose. Ha editado dvd’s recopiltarios de su trabajo desde 1970 hasta 1999 (el de Alphabet soup está entre mis compras pendientes) y se han llevado a cabo numerosas exposiciones retrospectivas de toda su obra, incluyendo dibujo, pintura, fotografía y video en el Pompidou, el Whitney Museum of American Art de Nueva York, Suecia, Japón, Korea y España.
Siguiendo con mascotas, en Colette encontramos un libro titulado Chewed que reúne fotografías de peluches y muñecos adorables que tras haber pasado por las garras de una mascota, terminan convertidos en extrañas e inquietantes criaturas tuertas, de miembros amputados y deformadas. Bastante siniestro y bastante guay a la par.
Tampoco puedo dejar de hablar de la marca THE MOUNTAIN , aún a riesgo de que se acabe convirtiendo en algo poco original. Aunque tengo entendido que marcas como Primark ya han comercializado camisetas similares con fotos de perros feos. Pues The mountain se dedica a las camisetas de animales y tiene un repertorio bastante variado e interesante, que incluye perros, por supuesto.
Y me guardo para el final lo mejor. La norteamericana Sandra Hartness se ha convertido en una famosa peluquera canina por convertir a sus perros en tortugas ninja, pavos reales, camellos, banderas de barras y estrellas, (super yankie todo), cosas inexplicables e indescifrables y demás aberraciones y atentados estéticos. En su maravillosa web, estéticamente muy currada y eso PINKCOYOTE nos enseña cómo tunea a sus perrillos y los productos que utiliza para dejarlos así de bonicos… Sandra Hartness tendría que llamarse Sandra HEARTLESS.
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Yo por mi parte estoy contenta porque tengo imágenes para felicitar para rato.
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