+ Texto SABINA CABELLO +
Uno de los grandes retos de un diseñador industrial o arquitecto es construir una gran silla, “la silla”. Podríamos decir que todo diseñador, al final de su carrera profesional, debe haber construido alguna, y créanme, no es tarea nada fácil.
Podemos mencionar a grandes diseñadores y arquitectos cuyas sillas marcaron un hito en la historia del siglo XX: el Eames lounge Chair and Ottoman de Charles & Ray Eames, la Chaise Longue de Le Courbusier, el sillón Barcelona de Mies Van der Rohe, la silla Wassily de Marcel Brauer….
Echando un vistazo al presente, vamos a conceder un hueco a Stefan Diez, cuyos diseños están creando mucha polémica. En 1991 comenzó a tomar contacto con este mundo trabajando como ebanista en el diseño de muebles. Graduado en 2003 en la Academia estatal de Artes Plásticas de Stuttgart como diseñador industrial, fundó su propio estudio donde ha desarrollado diferentes proyectos en el diseño de muebles y el diseño industrial.
Por su trabajo, ha sido reconocido obteniendo numerosos premios internacionales como el “Red Dot Best of the Best Award” o el “Designpreis der Bundesrepublik Deutschland”. Y muy merecidos, porque ha creado más que piezas de mobiliario, exquisitas obras de arte.
A través de la experimentación de nuevos materiales y técnicas, así como su pasión por las nuevas tecnologías, ha logrado maravillosos diseños que intentan penetrar en la mente de sus espectadores. La fuerza, potencia y originalidad de sus productos, radica en el proceso: corta, pega, pliega,…y hay que decir que lo más bonito de esta profesión es poder construir con tus propias manos aquellas piezas que diseñas. Aquí os dejo el enlace para que echéis un vistazo a la construcción de sus fantásticas sillas. ¡Hasta pronto!
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