+Entrevista de NIEVES MUÑOZ+
Retratos de caras anónimas, que reflejan la belleza de lo común. Capturas inmortales de rostros mundanales, que se sustentan en cánones sin establecer, rompiendo los esquemas sociales, mientras rozan el romanticismo más puro. Y como artífice RAMIRO E, fotógrafo por vocación y artista por definición, que ha logrado un gran reconocimiento y repercusión en el mundo de la moda y el arte a través de la búsqueda de caras nuevas en sitios tan cotidianos como la calle o las redes sociales. En Girlz, su último proyecto, ha sustituido su ordinaria Canon 5D por la mítica polaroid renovada por The Impossible Project, y con esta exposición como excusa, Album no se ha podido resistir a sumergirse en el universo de este retratista al que hace 44 años vio nacer Buenos Aires, desde donde cruzó el gran charco para mostrar al mundo que es posible captar la hermosura humana de una forma realmente propia y alternativa.
Ramiro, ¿cuáles fueron tus inicios y como ha sido tu trayectoria hasta el momento?
Llevo muchos años dedicándome a la fotografía -de hecho creo que he perdido la cuenta-; diría que han pasado unos 15 años desde que comencé trabajando para revistas de música, haciendo conciertos, luego en el festival del Benicassim, y posteriormente aposté por el streetsyle cuando este concepto en España aún ni existía. A partir de entonces he trabajado en revistas de tendencias como AB, Neo2 o Vanidad, así como para otros medios más asentados como El Mundo, Marie Claire o Yo Dona.
¿Y que fue lo que te hizo iniciarte en el mundo de la fotografía?
En realidad no fue algo premeditado. A mi me gustaba el cine, pero no tenía paciencia o no me decidía a meterme en ese mundo, de modo que, tras haber estudiado imagen, acabé haciendo fotos y le pillé el gusto.
A la hora de forjar tu propia expresión en esta variante artística, ¿has tenido algún ejemplo a seguir? ¿Admiras a algún artista o fotógrafo en concreto?
Por supuesto que me han influenciado algunos fotógrafos y artistas como Rineke Djikstra o Juergen Teller, los cuales, en mi opinión, hacen un trabajo muy interesante y personal. Por otro lado, siempre me he sentido atraído por la estética pop, así como por el estilo naif e infantil, el cual se puede apreciar tienen muchas de las chicas a las que retrato.
¿Qué te inspira a la hora de trabajar?
Lo que principalmente me ilustra es la intención de poder transmitir algo muy personal, no dejar indiferente al espectador, ya sea positiva o negativamente.
Y con esto como base, ¿cómo definirías tu estilo como fotógrafo y artista?
Me cuesta bastante definir mi estilo, pero partiendo de que es evidente que se centra en los retratos, me podría definir como un curioso, un voyeur.
Con esta fructífera trayectoria a tus espaldas, ¿cuál es en tu opinión sobre la situación actual de la fotografía, y en especial la de moda?
Actualmente se habla de una crisis que abarca no solo la fotografía de moda sino el mundo editorial en general, las revistas y de las producciones fotográficas de esta índole. Una de las razones principales de que esto esté ocurriendo es que la gente consume más vídeos que fotos, eso es un hecho.
Ante esta realidad, ¿cuál es para ti la esencia de la fotografía; aquella que se debería potenciar para evitar o culminar esta supuesta crisis?
La foto tiene el poder único de parar el tiempo, de captar un instante, de embalsamar la magia de un momento o un sujeto concreto.
En tu opinión, ¿hemos incurrido en la reticencia, la poca originalidad, la superficialidad o la comodidad de que las nuevas tecnologías lo hagan todo por nosotros?
Las tecnologías están cambiando la forma de hacer fotos y están facilitando la tarea a mucha gente que no cuenta con una formación específica, pero eso a mi no me parece malo sino todo lo contrario.
Puesto que podríamos decir que la fotografía trata de captar la belleza de un instante inmortalizándolo en el tiempo, ¿qué es para ti la belleza?
Tengo una visión muy romántica de la belleza, y tal vez rebelde pues me resisto a aceptar como único canon de belleza el que imponen los medios o la sociedad.
¿Qué opinas de esta época en la que, siguiendo la línea de los avances tecnológicos, el proceso de postproducción tiene un poder tan inmenso para perfeccionar lo que captamos de la realidad?
Realmente nunca he sido muy amante de programas y herramientas como el famoso Photoshop. Me gusta poder encontrar la magia o el encanto en lo cercano y cotidiano, aquello que en su sentido originario me parece bello.
Por tanto, ¿eres partidario de los últimos avances o prefieres la fotografía tradicional?
No me considero nada tradicional a pesar de este romanticismo que me lleva en ocasiones a escoge estéticas retro y técnicas tradicionales como la fotografía analógica. Como ya he dicho, estoy muy a favor de los avances y de tener una mente abierta y avanzada en la foto, en el arte y en todos los aspectos de la vida.
En cuanto a tu último proyecto, ¿qué nos puedes contar acerca Girlzine y tu colaboración con The Impossible Project?
Girlzine es fanzine autoeditado impreso que nació a partir de otro proyecto anterior titulado The Girl Of The Month, en el que cada mes buscaba una cara nueva femenina con belleza especial. Decidí llevarlo a cabo porque me parecía la mejor manera de presentar los contenidos del mi anterior proyecto a mi manera, y de momento ya he sacado dos números y el tercero está en proceso.
La colaboración con The Impossible Project me ha permitido experimentar con otro formato, la polaroid, pero lo he hecho sin renunciar a mi estilo más personal, en este sentido estoy muy contento con el resultado. Me gusta tener total libertad a la hora de escoger los contenidos, la presentación o la maquetación.
Hemos podido comprobar que prácticamente la totalidad de los modelos que retratas son mujeres, ¿qué te hace inclinarte más por la belleza femenina que por la masculina?
Supongo que es una cuestión de sensibilidad, pero no descarto fotografiar a chicos, de hecho en el citado trabajo para The Impossible Project he incluido a uno.
Partiendo de todos los medios en los que has colaborado -destacados tanto en el ámbito tradicional como en el de los medios online-, ¿qué experiencias destacarías de tu trayectoria, aquellas que te hayan aportado o enseñado más?
En general, he aprendido mucho viajando y trabajando en equipo (con estilistas, producers), y también destacaría la elaboración de producciones para Yo Dona y algunas campañas publicitarias. Pero diría que, desde un principio, me he nutrido de mi curiosidad, aquella que me llevó desde muy temprano a consumir revistas, leer libros y ver muchas películas; esa es, sin duda, la mejor escuela.
Para terminar, ¿qué nos puedes decir acerca de tus próximos proyectos?
En estos momentos estoy montando un videoclip que grabé recientemente. Me atrae mucho el formato audiovisual y tengo en mente varios trabajos en este sentido, por lo que será lo que me ocupará próximamente.
Desde el pasado 28 de junio hasta el 28 de septiembre Barcelona ha sido y será el escenario de Girlz, una muestra fiel de la naturaleza de este autor que ha sabido ir más allá del simple tópico de ser independiente, dentro del comercializado, superficial y automatizado mundo de la fotografía. Sin duda podemos decir que Ramiro E ha demostrado y seguirá demostrando tener el poder de reinventar el idealismo superficial del hombre, cámara en mano y con un infinito talento operando en sus entrañas.
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