+ Texto TJÖRNINA GVAL KVGH +
Sísifo, Tántalo, Ticio e Ixión. ¿Os suenan estos nombres? Pues son sólo algunos de los personajes de la mitología griega que fueron condenados a vivir en el Hades y a sufrir terribles castigos por desafiar a los dioses.
Sísifo fue obligado a pasar la eternidad cargando con una roca gigante hasta la cima de una montaña y después dejarla caer rodando y así en bucle eterno una y otra vez. A Tántalo le condenaron a estar junto a un lago con el agua a la altura de la barbilla y bajo un árbol repleto de frutos y cuando tuviera hambre o sed, ambas cosas se alejarían de su alcance. Ticio tenía a un buitre devorándole el hígado. E Ixión fue condenado a pasar la eternidad dando vueltas sin fin en una rueda.
Estos cuatro seres, conocidos en España como “Furias”, han viajado hasta el Museo del Prado de Madrid donde podremos visitarlos en una exposición que reúne grabados, dibujos y pinturas, en total 28 obras del siglo XVI al XVIII que nos adentran en el inframundo griego.
Fue a partir del siglo XVI, y gracias a María de Hungría (hermana de Carlos V), cuando estos personajes cobraron un nuevo protagonismo en la historia del arte. Ésta encargó a Tiziano cuatro obras con las furias para decorar su palacio a las afueras de Bruselas como una analogía de los príncipes alemanes que se rebelaron contra Carlos V. Desde ese momento el tema ha sido representado en multitud de pinturas en los Países Bajos e Italia por artistas como Miguel Ángel, Cornelis van Haarlem, Rubens, Ribera, Salvator Rossa o Langhetti, no sólo por el interés estético que suponían esos cuerpos desnudos, musculosos y en escorzo como representación del dolor y el sufrimiento humanos, sino porque ofrecía un simbolismo muy apropiado para representar temas políticos.
La exposición Las Furias. De Tiziano a Ribera se puede visitar en el Prado desde el 21 de enero hasta el 24 de mayo de 2014.
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