Texto y Fotografías ARACELI MARTÍN CHICANO
Tras unos días para asimilar todo el arte contemporáneo que rebosaba Madrid la semana pasada, os hacemos un pequeño resumen de lo que fue para nosotros lo mejor de algunas de las ferias.
Nuestra ruta se centró en Casa Leibniz, ArtMadrid y ARCO. En primer lugar visitamos Casa Leibniz, situado en el Palacio de Santa Bárbara, aquello ya pintaba bien. Arte “emergente”, fresco y sin ninguna pretensión. No demasiadas obras, en su justa medida, provocando un diálogo totalmente necesario con el entorno. Nos quedamos con la fantástica pieza de Nano 4814.
Era nuestra primera vez en Art Madrid, 50 galerías concentradas en CentroCentro Cibeles, con un recorrido fácil pero quizás un poco pobre. Demasiada obra para tan poco espacio te provocaba una leve sensación de saturación. Nuestro favorito Sergio Mora.
Un año más, visitamos la feria de arte contemporáneo más importante de España, ARCO. Este año celebró su 35º aniversario reuniendo 221 galerías de 27 países, pero sin ningún país invitado. Para esta ocasión, los comisarios María y Lorena de Corral, Catalina Lozano y Aaron Moulton, sustituyeron la invitación por un análisis y revisión de los contenidos de estos 35 años de ARCOmadrid. Lejos de querer ser buenos anfitriones, esta decisión quizás resultó siendo un poco repetitiva, ya que si eres asiduo a la feria, las obras que te encontrabas en algunos stands te provocaban un déjà vu en toda regla. Pero como en España nos encanta un buen remember se analizó el desarrollo del arte contemporáneo internacional en la Península Ibérica invitando a galerías, instituciones, profesionales y coleccionistas de arte que han participado en las últimas 35 ediciones, buscando una revisión del pasado y una proyección del futuro y de las nuevas generaciones del arte contemporáneo. Un total de 35 galerías de diferentes países fueron los invitados a participar en la sección Imaginando Otros Futuros con proyectos de dos artistas por stand.
Mi selección de esta edición de ARCOmadrid, queda muy lejos del morbo, lo bizarro e incluso lo desagradable que encontré en algunas obras. Personalmente pienso que el camino fácil siempre es estirar el chicle del lado oscuro del ser humano, hundirse en la miseria y la desgracia, pero amigos, el arte también puede invitar a todo lo contrario y recordar que hay cosas buenas en la vida.
De las mejores galerías la de Javier López & Fer Francés, de las pocas por no decir la única, que se atreve con un arte urbano contemporáneo y de calidad con la obra de Kaws, Todd James o Erik Parker. En su selección también están Alex Katz o los artistas españoles Marina Vargas y José María Yturralde entre otros.
Encontrarte la obra de Rinus Van de Velde, Muntean Rosenblum o Robert Longo quizás no es de lo más novedoso pero ni falta que les hace con esa capacidad de transmitir que tienen sus imágenes. Una narrativa llena de sentimientos que nunca cansa.
En general me pareció una edición mejor que la anterior, con algunos artistas que nunca fallan, menos provocadora que otros años pero no por ello más aburrida. Los galeristas quedaron contentos porque parece ser que hubo buenas ventas y no nos olvidemos que para eso van. Y si te quedaste con ganas de un poquito más, este año celebran la primera edición de ARCOlisboa en mayo, por si no puedes esperar hasta el año que viene.