EL ALMA A LOS PIES

+  Texto  JULIA GÁNDARA

El tiempo va deprisa, y nosotros también. Es inevitable. Vivimos corriendo, y todo a nuestro alrededor corre. Pero cómo gusta que haya algo que no corra y que permanezca ahí , que sin echarse a la carrera toda experiencia se quede grabada. El tiempo que pasa, deja sus pisadas sobre él, y éstas dejan marcas que cuándo paras un momento y las observas, dialogan contigo y te cuentan historias, o recreas historias a través de ellas.. Sólo los románticos echan la vista atrás con los ojos muy abiertos.. Sólo para ellos es motivo de jolgorio toparse con un objeto viejo y desgastado que ha vivido más cosas que nosotros, o eso gusta creer..!!
No son pocos, menos mal, estos locos de los que hablamos, y SEISHI TANAKA es uno, más o menos. Este diseñador japonés de calzado, lleva más de 20 años en el negocio. Desde sus inicios, sus creaciones se han modificado tan poco como sus principios. Comenzó en una fábrica familiar, en Korea. Pero en seguida cambió todo por la producción a pequeña escala, y comenzó a fabricar calzado artesanal, con materiales naturales y tratados de manera ecológica y ¡a mano!. Él va por otro camino, no produce en Asia sino que todos los procesos relacionados con ello se dan en Europa, además apenas invierte en publicidad sino en conferir a sus zapatos un alto valor de calidad, su producto se mantiene en el tiempo con excasas modificaciones, y funciona por medio de pedidos. Tu le pides un zapato, él te hace un zapato. No se endeuda, no se mete en follones, trabaja lo que necesita, y le va bien.
Sus “creaciones” son sencillas, pero le dan al pie la jerarquía absoluta en el cuerpo. Para Seishi, lo primero es el zapato. Y todo lo demás llega después. Por eso los mima, y aleja de la zapatilla convencional. Tienen un poco de esto, un poco de aquello.. Pero sobretodo tienen mucho de algo, de algo sin nombre. Y es eso precisamente, lo que nos gusta. Y con motivo de la presentación en Madrid de su última colección de TST para el 2012, tuvimos la oportunidad de conocerle , hablar con él, y descubrir sus zapas, que nos han encantado.

Hijo de zapateros, pero sin embargo a pesar de nadar en el mismo río, lo haces en dirección contraria.. ¿Algo de lo que haces tiene alguna relación con el trabajo que hacía tu familia?
Si, bueno. Mi padre era zapatero, pero él se dedicaba a la producción masiva de zapatos,y tenía una fábrica en Korea, y yo formaba parte.Pero me fuí a Estados Unidos,donde era jugador de golf. Ahí decidi emprender el mismo negocio. Pero los tiempos habían cambiado, y era arriesgado producir a ese nivel.. así que comencé con unos amigos, vino solo. Pero lo que yo hacía no tenia nada que ver con mi tradición familiar. Aunque durante un tiempo que trabajé en la fábrica, en el 89, tuve la suerte de poder conocer a muy buenos creativos, con los que aprendí y aposté por ello. Por la creación, todavía creo en eso.

No solo difieres de tu tradición familiar, sino que además lo haces del modelo de producción masiva de hoy en día..¿Donde te posicionas ante este movimiento?
No estoy en contra, aunque depende del modo de producir. Cuando todavía estaba en Koréa, en la fábrica producíamos 2400 pares de zapatos diarios. Tuvo éxito, o al menos eso parecía. Pero el mercado empeoró y tuve que huir a Estados Unidos antes de llegar a perder grandes cantidades de dinero, puesto que en seguida comenzó el negocio de la copia. 2400 pares de zapatos, en horas, ya habían sido copiados, exactamente iguales y eso me parece una actitud… horrible!
No tiene tampoco porque haber dos términos tan diferidos , producción masiva o artesanía. Hay algo en el medio, debe haber algo en el medio. Aunque mi trabajo entra dentro de lo artesano.

Una vez más, respondes de manera poco habitual a otro must de los movimientos del mercado, y es que has movido tu producción a Europa cuándo lo que se lleva es trasladarla a Asia, sin dejar de lado que precimaente eres asiático.. ¿Por qué?
Es sencillo, creo que simplemente los materiales deben estar cerca del lugar de producción. La mayoría de los nuestros, vienen de España e Italia.

Como artesano, ¿qué te sugiere la palabra artesanía? ¿Cual es el significado personal que le atribuyes al término?
Artesanía es hacer las cosas de manera natural. Cuándo empezé en Korea, todavía había partes del proceso que sí eran tradicionalmente artesanales, todavía había creación en lo que hacían y cuando lo lanzaron todo a producir de manera masiva no volvieron a obtener un buen producto. La reproducción en serie destrozó todo aquello que tenía de bello construir un zapato. La experiencia del error, del tiempo.. Además, no puedes hacerlo por ti mismo, así que necesitabas a gente a tu alrededor, y eso te aportaba una experiencia también, que era el compartir conocimientos, el aprendizaje.

Como creador, ¿encuentras relación entre la artesanía y el arte?
Absolutamente. Como objeto, aquello que construyes, es único. Y siempre está la posibilidad de hacerlo mejor, y de hacerlo tu mismo.

Como persona que habita en este mundo, y por tanto no ajena a las paradojas de la historia. ¿Consideras que la artesanía y el lujo están interconectados actualmente?
Sí. Lo primero es que ahora todo es barato. Yo prefiero la vida lujosa, simplemente porque supone una minoría. Desde luego, si vas a pagar dinero, te gusta pagar por algo hecho a mano, y la alta cantidad de dinero que pagas por ello le está dando un valor real al objeto. No estás pagando sólo por tener el objeto. Estás pagando por el material, por el cerebro y las manos que le dieron forma, es un objeto que nunca será igual a otro. Es una pieza de arte.

Por todo lo anterior que hemos hablado, se hace evidente la presencia de un fuerte concepto tras tu producto. ¿Sientes que tus raíces japonesas y el conocimiento de una filosofía tan ajena a la occidental se denota en tu producto y tu forma de actuar?
Bueno, es un mix de todo. Sí, nací en Japón, pero luego partí a América. Con lo que todo se mezcla. Pero realmente los japoneses son más conservadores, a veces un poco locos. Yo creo que soy distinto al patrón de japonés tal y como se conoce internacionalmente. Hay un poquito de las dos cosas en mi trabajo, algunas son inevitablemente dadas por mis raíces, y algunas por las decisiones tomadas, como huir de ahí. Pero sobre todo era tener ese algo, que por otro lado de no haberlo tenido, nunca me hubiera ido, ni hecho lo que he hecho, independientemente de mis causas de cuna.

Además, has formado parte de equipos creativos en firmas tan prestigiosas como especiales de la talla de Martin Margiela, Commes des Garçons, Helmut Lang, y Marc Jacobs.
Sí, claro. Trabajé con ellos.En realidad, yo era diseñador de moda, pero lo cierto es que me cansé… “Holly Shit” ¡era agotador! Vivía por y para ellos, porque yo era un diseñador desconocido. Después cuándo me convertí en diseñador bajo mi propio nombre, el tema del marketing, era una pesadilla. En ese tipo de mercado se produce una barbaridad, pero luego tienes que venderlo, entonces el marketing se convierte en lo más importante. Encarecer los productos para poder pagar las campañas. Cuando eres consciente de que el valor de producción no respondía a su valor en el mercado… Es un modelo al que no respondo en absoluto, y acabó por no gustarme. Hoy en día sigo diseñando ropa pero solo para mí. Realizo prototipos, que solo yo me pongo.

Entonces, ¿cómo funciona tu proceso creativo? ¿Qué te inspira y cómo?
En realidad, todo me inspira. O bueno, cualquier cosa podría inspirarme. A veces en una simple pared de ladrillo veo cosas, o en una hoja de papel doblada. Tomo notas mentales, que quedan ahí hasta el momento de ponerme delante de un artesano y contarle mi nueva idea.
Pero es cierto, que como ya he dicho anteriormente, la creación me parece algo maravilloso. Y en ese sentido mi mente siempre está en activo, podría decir que todo lo que me rodea me inspira y siempre encuentro alguna manera de poder mejorarlo. ¡Y así acabé diseñando hasta mi propia casa! La forma, la manera en la que están distribuidas las ventanas para que hagan juegos de luz entre ellas. Lo que hay detrás de lo que hago, es hacer la vida lo mas cómoda posible para todos.Y hacer que perdure, esa es la idea.