+ Texto ANTONIO M. CHICANO +
Más de lo mismo. Esta frase que podría tener connotaciones negativas se puede aplicar a la nueva colección para hombre que Margaret Howell acaba de presentar en Londres, para la próxima temporada invernal. Aunque en este caso “lo mismo” es algo que a veces escasea en este cambiante mundo del vestir. Si bien muchas firmas apuestan por colecciones que van cambiando más o menos temporada tras temporada, el caso de Margaret Howell es el contrario. Si observamos su trabajo a lo largo de los años, podemos ver una coherencia y un trabajo de estilismo que a estas alturas está esculpido en piedra, y que aparte de ligeros cambios en colores que aparecen y desaparecen, ofrece un vestuario capaz de soportar años y años de tormentas de tendencias a su alrededor, además de soportarlas físicamente, gracias a la calidad de la confección y materiales utilizados. Viendo esta y otras colecciones uno tiene la sensación inmediata de comodidad, de adivinar que esas prendas te van a sentar bien.
Grises, muchos grises, azules, negros, forman la paleta de color básica, con el añadido puntual de burdeos, beige… Tejidos cálidos, clásicos, para prendas que definen un hombre contemporáneo, clásico sin ser conservador y con un estilo atemporal, que podría aparecer en “La soledad del corredor de fondo”, “The deep blue sea” o encontrarlo por las calles de Londres o Cambridge de camino al trabajo o a clase… Un estilo británico que además de serlo en su concepto también lo es en su manufactura, prendas fabricadas en Gran Bretaña (salvo algunos accesorios) por talleres curtidos por años y años de experiencia, de saber hacer bien las cosas, sin florituras innecesarias y con la seguridad de saber qué tienen entre manos.
Más de lo mismo. Y que siga así…
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