+ Texto PABLO P. CAMPESINO / Fotos PALOMA DURÁN +
Un Primavera con menos agobios que el de su edición 2011, con un escenario más y un respiro (gracias) debido a que tan sólo 7 días después comenzaría su hermano mellizo en Oporto.
Algo raro ocurre. Las propuestas arriesgadas siguen existiendo, las apuestas seguras crecen y las rarezas, tal vez, van yendo a menos. Aún así no es el cartel en lo que uno pone (o debería poner) peros. Más grupos es igual a más polémica, o así lo veo yo. Pero esa polémica es sana. Más grupo, más opciones.
Más complicado es el tema público. Se han abierto las puertas de los festivales en España y si no vas no tienes de qué hablar. Es un pensamiento muy triste y algo snob pero (y aquí me pongo una franja negra en los ojos y distorsiono mi voz para no ser reconocido) me cansa mucho encontrarme con conocidos que pasan ‘’sin pena ni gloria’’ por el fórum y luego durante semanas ensalzan lo grandioso que es el mejor festival de España. Que lo es. Pero por qué lo es?
Hay un sentimiento entre los que llevan yendo más años (yo sólo llevo 6 ediciones) de que esto no es lo que era. El festival crece y todos nos alegramos de ello. Pero falta cierta calidad en el público. No sólo en el PS. En general es un país que tiene a seguir cierta corriente sin preguntar demasiado y sin alzar la voz para no parecer demasiado listo o demasiado tonto. Perdón, me arrepiento. No hablo de calidad. Hablo de sinceridad en el público. Eso es, sinceridad. Y ahora voy a tratar de resumir los 3 días de festival de la manera más sincera y subjetiva posible. Suena raro. Bueno, allá voy:
JUEVES 31 DE MAYO
De las dos bandas portuguesas que, para mí, abrieron al festival, me quedo con el post-rock de Linda Martini. “Amor Combate” era una deuda pendiente y la manera de acabar un concierto a cappella después del recital estridente que habían dado me pareció digna de aplaudir. Al parecer al resto de gente no tanto.
Sí convencieron Paus. Locura controlada con dos baterías. Algo de pose y movimientos ensayados y un ATP a medio gas entregado a la causa tras la decepción de la baja de EL-P. Las 20:30 del Jueves y la sensación de haber visto la posible sorpresa del festival rondaba por el ambiente.
Día duro el Jueves, sí. Elecciones difíciles. Lo de Grimes no tuvo perdón de dios. Los problemas de sonido, su voz lejana, que todo absolutamente estuviera pre grabado…
Death Cab For Cutie dieron un concierto impecable en el que sólo se les puede acusar de falta de emotividad. Vaya, un set directo, muy de festival, que nos dejó sin la épica esperada del final con Transatlanticism.
A Beirut se le quedó grande el escenario MINI (vaya, qué curioso) mientras Thee Oh Sees daban uno de los conciertos del festival. Con “dead energy” se produjo uno de los pocos pogos que he visto yo en este festival jamás.
The XX , tan impecables como sosos, dejaban a uno con más ganas de ver a Japandroids, concierto con graves problemas de sonido. Los canadienses siguen empeñados en hacer más melodías y que cada canción sea un himno. Muchas veces lo consiguen.
VIERNES 01
Chávez, grupo mítico noventero, daba uno de los conciertos del festival a las siete de la tarde mientras por detrás del escenario desfilaban ramos de flores para decorar el escenario de Girls.
En el último momento decidí volver a ver a I Break Horses (tuve la oportunidad de ver el primer concierto que dieron como grupo hace unos meses) y perderme a Lower Dens (lástima). Los suecos han crecido en directo y pese a unos últimos cinco minutos innecesarios dieron un espectáculo a la altura del mejor escenario del Fórum: el ATP.
Había mucho comentario sobre los conciertos aburridos que da The Cure, sus caras B, C, Z. Pues ni Rastro, setlist de grandes éxitos (glups) y unos de los principios de conciertos más bonitos que uno puede echarse a la cara con Plainsong y Pictures Of You. Robert lo sigue haciendo fenomenal.
No parecía llegar el momento de los bombos a negras y dar botes con una copa de más, ya que en vez de The Drums o M83, teníamos una cita. De nuevo con los 90, Codeine. La despedida, con los 3 algo aturdidos sobre el escenario, la recordaré mucho tiempo. Grande.
Grande, o enorme, AraabMUZIK. El Pitchfork no daba crédito a lo que veía en las proyecciones, que mostraban al susodicho manejando los samples a una velocidad brutal. Ver a Frank T entre el público asintiendo me descolocó unos segundos. Mientras tantos The Rapture parecía llevarse el premio gordo del escenario San Miguel.
SÁBADO 02
Me chivan que Kings Of Convenience da uno de los conciertos del festival y prefiero no saber más. Rabia. Forest Swords da un concierto correcto para muy poquitas personas mientras nos espera el Auditori. Me dirijo hacia allí, veo a una marea de gente que va a hacer tiempo para Beach House. Uf. Cada paso que doy me dice que he tomado la decisión correcta.
Y es que en el Auditori vi probablemente uno de los momentos del festival. Josh T. Pearson. Puede alguien con esas preciosas canciones tener un trato tan cercano con el público, contando chistes, sin perder el hilo y metiéndose a cada uno de los asistententes en el bolsillo? Puede. El final, con Thou Art Loosed, parecía el fin del mundo. ‘’Qué cojones hago en un festival como éste?’’, preguntó mientras se reía. Qué cojones haría un festival como éste sin ti?, me preguntaba yo.
A la salida lo de Chromatics supo a poco. Yo La Tengo arregló el mal trago . Sugarcube al final parecía una buena despedida del festival. Pero aún quedaba.
Washed Out, de diez. Mientras, Jamie XX parecía haberse olvidado de la clase magistral que dio el año pasado.
Neon Indian llenaba (en todos los sentidos) el Ray Ban, el final se acercaba y huyendo de apuestas arriesgadas, mientras se hacía de día, todos al ATP con Dj Coco.
Iniciar un pogo mientras suena Kelly Clarkson? Que pinchen ‘’Don’t Stop Believing’’ de Journey? El recuerdo a Adam Yauch de los Beastie Boys? Todo lo que pasó de día es otra historia. Casi el principio del Primavera Sound de 2013.
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