+ Texto PABLO P. CAMPESINO
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LOW
Presentaban ‘’The Great Destroyer’’ (2005) en la sala Heineken (ahora sala Marco Aldany, señoras y señores) y en el bis Alan Sparhawk se puso a llorar. A llorar y a dar las gracias al público por hacer que puedan vivir haciendo lo que les gusta. Poder mantener a su familia haciendo esa música que un amigo muy amigo definió a su manera: ‘’Es imposible que algo tan simple suene tan bien salvo que seas Low’’.
Al día siguiente cancelaron la gira. Una nota de prensa algo confusa en la que se apuntaba a algo parecido a una depresión, y en la que Alan casi suplicaba a la gente que escuchara el ‘’Arular’’ de M.I.A (era el disco que decía mantenerle a flote, un disco tremendo, pero no es el momento de hablar de él).
Sobra hablar de su música. Si no los conoces todavía es que has tenido a tu alma algo escondida. Aún estás a tiempo. Simplemente me encanta pensar en este grupo. Un matrimonio de Duluth, la ciudad de Bob Dylan, que se conoció cuando tenían 9 años. ¿Cómo no pensar en algo tan enorme? ¿Cómo algo tan grande no te va a sobrepasar en algún momento y derrumbarte? Para el que escribe es algo muy comprensible. Un vértigo bonito. Pero vértigo.
Un matrimonio (Alan y Mimi) mormón que durante años combinó sus creencias con el abuso de las drogas, algo que chocó con su estilo de vida y que fue el paso previo a grabar la obra maestra que es Drums And Guns.
Músicos capaces de dejarte sordo con una eléctrica y una batería muy precaria (timbal, caja, plato, punto y final) y un bajo, o de hacer que escuches el crujir del suelo mientras llenan algo (a uno mismo) con sus voces. Esas voces. Voces que en el pasado Primavera Sound dedicaron el concierto a la revolución española del 15-M. Las que una hora después, al acabar el concierto, dirían la siguiente frase que aún retumba en los que la oímos: ‘’Remember, your family is forever’’.
Nos ayudan a dormir, nos recuerdan que vamos a morir, le dicen a Dios que serán sus sicarios si Él se lo pide. Enumeran las cosas que harán si una extraña bendición les cae y se quedan sordos. O, como hacen al acabar su último disco (C’Mon, 2011), hacen que muchos cambiemos de óptica y nos demos cuenta de que algo está cambiando. Sea lo que sea. Da igual. Lo que cada uno necesite.
Nos visitan en Marzo. Una nueva ocasión para comprobar que tenemos alma. Porque a veces se nos olvida. Está muy ocupada. Ya nos acordaremos, y lloraremos, cuando estemos sordos.
Low. Un grupo mayúsculo. Una familia. Un espejo mejorado.
***Me permito hacer una recopilación de 13 temas para los que (oh, Dios!) aún no conocieran a mis protagonistas de este número: Sunflower – Lazy – Violence – Try To Sleep – Over The Ocean – Laser Beam – Breaker – La La La song – Silver Rider – Pretty People – When I go Deaf – Murderer- Something’s Turning Over ***
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