+ Entrevista de PILAR M. CHICANO +
LIXIL International University Architectural Competition es un concurso de diseño y tecnología que busca soluciones arquitectónicas sostenibles planteadas por jóvenes investigadores universitarios. La Fundación LIXIL JS, con sede en Minato-ku, Tokio, lleva a cabo estudios e investigaciones relacionados con la industria de materiales de la vivienda y edificios, al mismo tiempo que apoya el uso responsable de recursos naturales. Su principal objetivo es acercar a la sociedad los avances tecnológicos desarrollados en el campo de la construcción.
En su tercera edición han participado doce equipos de investigación procedentes de universidades de once países, cuyas propuestas se enmarcaban dentro del tema señalado por la organización para este año; “Retiro en la Naturaleza”, cuyo objetivo fue el desarrollo y construcción de una vivienda sostenible en la zona rural de Taiki-cho, Hokkaido, en Japón.
El equipo de la Universidad de Harvard del que forman parte dos arquitectos malagueños, Ana García Puyol y Carlos Cerezo Dávila, fue seleccionado en la primera fase del concurso junto a la Universidad Nacional de Singapur y la Universidad Técnica de Delft. El pasado 20 de Abril, parte de su equipo se trasladó a Tokio para presentar su propuesta al jurado del concurso presidido por el arquitecto japonés Kengo Kuma. La propuesta de Harvard, que los arquitectos han denominado “Horizon House”, se alzó con el primer premio y el grupo se encuentra en estos momentos trabajando en Tokio en los documentos para su construcción.
Carlos Cerezo Dávila, nacido en Málaga en 1986, es arquitecto por la Universidad de Sevilla (2010), acaba de finalizar el Master in Design Studies con especialidad en Energía y Medio Ambiente en Harvard University, y comienza un doctorado en Building Technology en Massachusetts Institute of Technology. Ana García Puyol, nacida en Málaga en 1987, es arquitecta por la Universidad de Málaga (2011), ha finalizado su primer año en el Master in Design Studies con especialidad en Tecnología en Harvard University, y dedicará además parte de este verano a investigar la aplicación de fabricación digital a la construcción arquitectónica en Nueva York.
Robert Daurio, Thomas Sherman, Toyo Ito, arquitecto ganador del último “Pritzker” de Arquitectura, Ana Garcia Puyol y Carlos Cerezo Dávila
¿A partir de qué momento os planteáis la posibilidad de participar en este concurso?
La primera fase del concurso fue presentada en la escuela de arquitectura el pasado enero por uno de los tutores, el profesor Mark Mulligan, como una actividad abierta a todos los estudiantes. Tras decidir entre un grupo de amigos que desarrollaríamos una propuesta, dedicamos unos días antes del comienzo de las clases a proyectar una primera versión de la vivienda objeto del concurso. Esa idea fue seleccionada en un concurso interno del Graduate School of Design (GSD) por un jurado académico formado por los profesores Jane Hutton, Kiel Moe y el arquitecto español Iñaki Ábalos, recientemente nombrado director del departamento de arquitectura.
En vuestra opinión, ¿qué tiene de especial vuestro equipo?
Frente a otros grupos integrados exclusivamente por estudiantes de arquitectura, nuestro equipo se formó deliberadamente con alumnos de diferentes programas de máster: arquitectura, paisajismo, tecnología de construcción, y energía y medio ambiente. De esa manera, la propuesta se enriqueció con un enfoque multidisciplinar que fue elogiado por el jurado de esa fase interna.
¿Cuales son vuestras competencias dentro del equipo multidisciplinar del que formáis parte en la Universidad de Harvard?
El equipo estuvo formado por cinco miembros en la fase interna y se amplió a ocho para las fases finales. Los integrantes definitivos son: Carlos Cerezo Dávila (Energía y Medio Ambiente), Matthew Conway (Arquitectura), Robert Daurio (Urbanismo), Ana García Puyol (Tecnología), Mariano Gómez-Luque (Arquitectura), Nate Imai (Arquitectura), Takuya Iwamura (Paisajismo) y Thomas Sherman (Energía y Medio Ambiente).
Nuestro máster (Ana y Carlos) es un programa post profesional de investigación enfocado en la intersección de la práctica tradicional de arquitectura con otras disciplinas. En mi caso (Ana), el trabajo se ha centrado en el desarrollo de modelos paramétricos 3D de la estructura de cubierta y fachada que han posibilitado la rápida actualización de dimensiones de pilares, vigas y paneles en detalles constructivos. Mi labor (Carlos), ha consistido en el desarrollo de simulaciones termodinámicas del funcionamiento de la casa para su optimización energética y el estudio del ciclo de vida de los materiales reciclados empleados.
Vuestro trabajo se va a llevar a cabo en una zona rural, ¿en qué consiste exactamente el planteamiento de vuestro proyecto “Horizon House” en ese contexto?
Al igual que en las tradicionales zonas rurales de España, Hokkaido y en especial Taiki está inmerso en un acentuado proceso de despoblación que ha producido un envejecimiento de sus habitantes y que ha dejado tras de sí multitud de construcciones ligadas al mundo agrícola (viviendas, graneros e incluso escuelas) abandonadas. Otra consecuencia de ese fenómeno ha sido la obsolescencia de la infraestructura ferroviaria de la zona. El proyecto ve en este contexto una oportunidad para recuperar los recursos y la memoria histórica del paisaje reutilizando parte de esos materiales.
En nuestras visitas a Taiki nos hemos reunido con la Alcaldía y administración del pueblo, así como con gerentes de empresas locales de reciclaje que han facilitado enormemente la localización de traviesas de ferrocarril, vallados, vigas y pilares procedentes de estructuras abandonadas o acabados de edificios existentes. Esa implicación de la industria local en el proyecto nunca habría sido posible en una zona urbana.
¿Qué estudios preliminares habéis realizado para construir una casa sostenible en Japón?
La presencia de un estudiante japonés, Takuya, en nuestro equipo ha facilitado la interpretación del contexto cultural nipón. Nuestro acercamiento a esa cultura ha incluido aspectos medioambientales y de paisaje, así como la incorporación del uso vernáculo de la vivienda, más ligado al plano del suelo que el occidental. Por ejemplo, hemos diseñado una zona de entrada o genkan, donde los habitantes se pueden desprender de sus zapatos antes de entrar a la casa. Asimismo, el baño ha sido proyectado como elemento fundamental de la vivienda, con una función más social o pública que en su versión europea.
En lo que al clima se refiere, realizamos un análisis extensivo de datos meteorológicos para entender las condiciones de soleamiento, viento y precipitaciones. En los meses de invierno, Taiki cuenta con hasta un metro y medio de nieve, condición que ha tenido una gran repercusión en la definición formal de la casa. Horizon House, se eleva sobre el terreno para evitar el bloqueo del acceso y de las vistas en estas circunstancias.
En relación con el plano elevado de la casa, surge la búsqueda del horizonte desde la arquitectura. Las densas urbes japonesas han privado al ciudadano de las vistas al plano del horizonte y de su relación con la naturaleza. El proyecto de la casa ha sido una oportunidad para recuperar esa percepción.
¿Creéis que es posible llevar a cabo un proyecto arquitectónico que provoque un impacto positivo en la economía social de la zona, sin que a su vez genere un impacto medioambiental negativo?
Sí. De hecho, esa es la intención fundamental de Horizon House. La incorporación de materiales producidos localmente, o recuperados de edificios de la zona, no solo es medioambientalmente positivo, sino que también conecta con los flujos económicos de Taiki y alrededores, así como con su memoria histórica.
¿Qué tipo de tecnología vais a incorporar a vuestro proyecto en Japón, y cómo innova sobre la práctica habitual?
La casa aplica medidas de eficiencia energética convencionales, pero además implementa dos puntos de innovación: el tipo de cimentación y el sistema de calefacción y refrigeración. El primero apuesta por sustituir el sistema habitual de hormigón armado con un entramado de traviesas de ferrocarril de madera, que con un consumo energético en su manufactura mucho menor. El segundo consiste en la combinación de una estufa de madera con un sistema de almacenamiento térmico utilizando rocas locales para acondicionar la casa tanto en invierno como en verano con un consumo mínimo.
¿Cómo os estáis enfrentando a los problemas de construcción en una cultura diferente y qué normativa estáis utilizando? ¿Cómo habéis afrontado los requerimientos de protección frente a seísmos en semejante zona de riesgo?
Trabajar en Japón está siendo un reto lingüístico, pues desconocemos el idioma. Todas nuestras decisiones tienen que ser traducidas por nuestro contacto en la oficina de Kengo Kuma, que además nos informa de los requerimientos normativos del código japonés aplicables a Hokkaido. En cuanto al diseño de la estructura frente a terremotos, contamos con la asistencia de un ingeniero local y además, tuvimos la oportunidad de visitar un taller de carpintería tradicional en Kioto, para entender mejor la redundancia de elementos estructurales para resistir frente a la acción sísmica.
The New Economic Foundation, ha desarrollado el concepto de “Happiness Index”, para medir lo que realmente importa y hace felices a los ciudadanos en cada país del mundo. La clasificación basada en función de la eficiencia en la producción ambiental, es realizada a través de tres parámetros que miden la esperanza de vida, el bienestar y la huella ecológica. El pasado año, entre 151 países, Costa Rica se erigió en el primer lugar de la lista, seguida por otros países de América del Sur, Vietnam y el Caribe, lo que demuestra que el crecimiento y los ingresos ya no se corresponden con el nivel de felicidad. En estos momentos de incertidumbre a nivel mundial, ¿cómo creéis que puede intervenir la arquitectura en el bienestar de la sociedad a través de planteamientos de sustenibilidad medioambiental?
Cualquier medida orientada a una mayor eficiencia medioambiental, incluso cuando implique un mayor coste económico, está contribuyendo a la calidad del espacio urbano: reduciendo el calentamiento global, la contaminación industrial, etc. Este es el caso de nuestra propuesta de reciclaje de materiales, asimismo, hacemos partícipe al usuario de los ciclos naturales de su entorno inmediato, recuperando una interacción perdida en la sociedad contemporánea y aumentando su calidad de vida. Esta combinación de cercanía a la naturaleza con estos valores de bienestar se repite en los países que encabezan la lista del “Happiness Index”.
¿Qué viabilidad tendría proyectos de este tipo en España y cuáles serían sus repercusiones?
Nuevas construcciones que impliquen innovación, investigación y desarrollo de temas de sustenibilidad son difíciles en la actual crisis que sufre nuestro país. Sin embargo, España cuenta ahora con una gran oportunidad tanto medioambiental como de posibilidad de crecimiento económico invirtiendo en adaptar su patrimonio construido a los últimos requerimientos energéticos de la Unión Europea. Los arquitectos debemos dejar de pensar en construir edificios de nueva planta y convertir los proyectos de rehabilitación en proyectos de prestigio.
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[…] Horizon House es un proyecto de diseño sostenible construido en Japón por estudiantes de Harvard University Graduate School of Design. El proyecto se inició a principios de este año como resultado del concurso para universidades de todo el mundo buscando respuestas novedosas y experimentales a problemas actuales de vivienda en una zona con un fuerte proceso de despoblación. Los estudiantes de Harvard obtuvieron el primer premio gracias a sus ideas de reciclaje de materiales locales y a la formación de un equipo multidisciplinar, lo que les permitió diseñar y construir la casa con vistas al horizonte en menos de un año. […]