Texto y fotografía ARACELI MARTÍN CHICANO
El pasado viernes asistimos a lo que pudo ser el evento de la semana, por primera vez Bad Gyal llegaba a Málaga para demostrar sobre el escenario por qué no hace falta tener un disco en el mercado para estar de gira y actuar en algunos de los festivales más importantes.
Con una media de edad de unos 20 años aproximadamente, los “millenials” dejaron claro que el dancehall y el “nuevo” reguetón, junto al trap, son la banda sonora de la era digital. Llegamos directamente con la sesión de King Jedet que subió al público para bailar y darlo todo, dando paso a una de las cabezas del cartel, Ms. Nina. Una de las primeras cantantes de reguetón de España que empezamos a conocer gracias a un anuncio de la tele y que poco a poco ha ido posicionándose dentro de la escena musical underground. Aunque de primeras un poco reticente a esta chica, su directo consiguió cambiar por completo mi prejuicio hacia ella. Una actitud fresca y desprejuiciada consiguió hacer bailar a un público que le costaba bastante arrancar . Tras cantar los temas con los que se ha ido haciendo su carrera, da paso ya entrada la noche, a Bad Gyal aprovechando para cantar juntas uno de los temas en los que colaboran, porque de eso se trata, de apoyarse.
Nada más empezar, Bad Gyal da gracias a un público entregado a ella. Con un comienzo muy comedido, no tarda en hacerse con el escenario y bailar sin parar. Con una estética bastante de principios de los 2000, con Buffalo incluidas, bien podría recordar a la época dorada de Britney Spears. Bad Gyal actúa con seguridad en el escenario, una seguridad que transmite en sus letras. Bad Gyal lo dio todo en el escenario y aún así al público le costaba moverse, yo que esperaba encontrarme corros de chicos y chicas bailando al más puro estilo de las fiestas clandestinas del bronx, su público estaba más preocupado de grabarla con el móvil que de disfrutarla en directo y bailar con su música.
En las letras de las dos artistas se habla de sexo, de feminismo y de empoderamiento y cuando esto deje de ser noticia, realmente se habrá llegado a una igualdad de género. No nos puede seguir llamando la atención que una mujer cante reguetón o que diga en sus letras que le gusta que se lo hagan lento… que digan y hagan lo que quieran, que de eso se trata.
Para cerrar este “micro festival” de la cultura youtuber, Beauty Brain fueron los encargados de poner los últimos temas de la noche. Temas que prácticamente nunca dejaban terminar y que a veces ponía muy nerviosa, mostrando un claro reflejo de la sociedad y en concreto de los millenials que ocupábamos la sala. Un lo quiero ya, rápido, fácil y a otra cosa. Con sentimientos encontrados en cuestión de gustos musicales me dejaron sin palabras con la versión en reguetón de Intergalactic de los Beastie Boys.
La energía se notó en un escenario formado por artistas que ya habían trabajado juntos, intentando siempre formar parte de los momentos del otro sobre el escenario, contagiando de entusiasmo y ganas de pasarlo bien. Por muchas más fiestas así.